Lagarto ocelado (Lacerta lepida).
Es sin lugar a duda el más bello de
los saurios europeos:poderosas mandíbulas, cvuerpo verde-amarillento, adornado
por grandes ocelos azules.
Descripción
El
Lagarto ocelado (Lacerta lepida),
es el
lagarto más grande de la Europa, de cuerpo muy robusto,
capaz de alcanzar tallas enormes, de extremidades bien desarrolladas y cola de
doble longitud que el resto del cuerpo. La
cabeza es grande,
armada de
poderosas mandíbulas. El cuerpo es
verde-amarillento,
adornado por grandes
ocelos azules; coloración juvenil verdosa
con ocelos claros.
Aunque son capaces de alcanzar tallas verdaderamente enormes, lo normal es
que las tallas no sobrepasen los 620 mm de longitud total. Las tallas máximas
encontradas son: un
individuo macho capturado en los
alrededores del
Embalse del Piedras, que midió
754,5
mm y otra
hembra capturado en la zona de
El
Portil, que midió
594 mm. (González de la Vega y Juan
Pablo, 1988).
Las mandíbulas son francamente poderosas capaces de romper la quitina que
recubre los élitros de los escarabajos y de propinar dolorosos mordiscos a
quien lo importuna, apretando aún más al intentar librarnos de sus fauces.
El dorso y el costado, presenta un verdadero mosaico de gran belleza formado
por pequeñas escamas dorsales que son redondeadas y coloreadas de verde, negro,
azul y amarillo.
Distribución
Se distribuye uniformemente a lo largo de la
Península Ibérica,
a excepción de estrecha franja cantábrica y de los archipiélagos Balear y
Canario. Se distribuye por
toda la geografía onubense.
Existen
dos razas geográficas diferenciadas:
- Sector Sur-Oriental
de la Península: Lacerta lepida nevadensis. Los lagartos son
grandes, con la cabeza puntiaguda y menor número de escamas ventrales. Tonalidad
más apagada, grisácea y con los ocelos
poco destacados; carecen de escamas negras.
- Resto de área de
distribución: Lacerta lepida lepida. Con las
características ya mencionadas al principio
Riesgos y agentes de perturbación
Antaño era un lagarto muy frecuente, pero la persecución de que ha sido
objeto desde tiempos inmemoriales lo ha hecho sólo localmente común.
En
algunas zonas de la península se ha convertido en una
especie
escasa.
Los
enemigos naturales directos son la
Culebra
bastarda (
Malpolon monspessulanum) y el
Águila
culebrera (
Circaetus gallicus), para los cuales constituye el
lagarto una parte importante de su régimen.
En algunas áreas
el lagarto ocelado es consumido casi como
exquisitez gastronómica, e incluso en algunas zonas es usado para la
elaboración de
“Licor de Lagarto”, macerado en orujo o
aguardiente.
Por otra parte
los cazadores acusan al lagarto ocelado de
diezmar
las poblaciones de
piezas cinegéticas como las codornices y
las perdices, aunque su incidencia no es tan importante como se pretende.
Los
seguimientos realizados hasta la fecha en las carreteras españolas consideran
al lagarto ocelado como el
segundo reptil en número de atropellos detectados (SCV,
2002).
Observaciones
Los
machos son los que
alcanzan las tallas mayores,
tienen la cabeza más grande y por tanto mandíbulas más poderosas. Además los
ocelos
de los costados son también
más grandes. Animal ágil,
solitario y muy territorial. Amante del sol, aunque en días muy calurosos
rehuye las horas de mayor insolación.
La época del
celo se extiende
desde Abril hasta
Julio. El cuerpo de los machos presenta los colores muy vistosos y en
su plenitud, para poder llevar a cabo el
cortejo que es
verdaderamente
brutal, ya que a veces no dudan en arrancarles
la cola de un mordisco en su afán de copular; para ello la mantienen inmóvil
merced a un mordisco en la base de la cola, en las extremidades posteriores o a
menudo en el vientre. (González de la Vega y Juan Pablo, 1988).
Con
una sola puesta al año, pueden darse hasta dos.
Abriendo con las patas traseras un orificio en la arena y depositando sus
huevos.
Cuando nos encontramos con el en el campo, huye despavorido entre la
vegetación a veces confundiéndolo en el sonido como si de un conejo se tratase.
Pero si se siente
acorralado se pondrá con el cuerpo protegido
en un extremo y con la cabeza vuelta,
enseñará mandíbulas a cualquier
oponente que quiera capturarlo, por muy grande que sea.
Entre su alimentación esencialmente insectívora, aparecen frutos de
Enebros
Juniperus, sacados de muestras estomacales por el profesor José
Antonio Valverde, quien se refiere a éstos como posibles confusiones del
lagarto con insectos. “
Al desprenderse de las ramas ruedan suavemente por
los taludes de las dunas, y por ello pueden ser capturados como un insecto,
aunque no es éste el caso probablemente” (Valverde, 1967).
Protección
Los lagartos ocelados siguen siendo abundantes en buena parte de la
Península Ibérica, lo que ha determinado que la especie
no se considere
amenazada en términos generales (Mateo, 2002).
En el
Libro Rojo de los Vertebrados Españoles (Blanco y González,
1992) el lagarto ocelado era considerado una especie
No Amenazada.
Diez años más tarde el
Libro Rojo de los Anfibios y
Reptiles Españoles (Pleguezuelos et al., 2002), que se ajusta ya a las
categorías propuestas por la UICN, la especie queda encuadrada en la categoría
de
Preocupación Menor (LC).
A pesar de haber sido calificado en ocasiones como una de las
especies-bandera de la fauna reptiliana europea (véase Corbett, 1989), el
lagarto ocelado
se considera una especies no amenazadas en España,
Francia y Portugal (Oliveira y Araújo, 1994; Mateo, 2002; Cheylan y Grillet,
2005).
La directiva europea Hábitat tampoco lo considera en sus anexos 2 y 4, lo
que determina que se no puedan realizar acciones dirigidas a su conservación en
el marco de esta directiva.