Paseando por Ibiza adentro, o sea, ya, claro, muy adentro no podía ser si era en Ibiza, pero pasear Ibiza adentro significa no hacerlo por las calas, claro, pues eso
El caso es que si me olvidaba que allí al lado estaba el mar y me dejaba "engañar" por los otros cinco sentidos (¿cuál era ese otro, entonces? ¡ah, si: la memoria!), me sentía transportado unas decenas de años atrás y unos cientos de quilómetros al oeste: "estaba" otra vez entre jaras y romeros, entre genistas y lavandas...los olores y colores, el frío aún invernal y el polvoriento camino, los almendros y los pinos...parecia una "maquia", un monte "mediterráneo", como los campos que recorre el hermosísimo RÍO VEREDA, al que tornaré, como el poeta a Girona, cando bufe la pirenaica tramontana él, cuando sople el cierzo aragonés, yo..A MI MEDITERRÁNEO
Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por dondequiera que vaya,
y amontonado en tu arena
tengo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista
Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo
Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo.
que se añora y se quiere
que se conoce y se teme.
y, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...