e chegando a Galicia, por riba da central térmica das PONTES,
có lago artificial que xa está a piques de se encher e inaugurar
na cunca que deixóu a canteira do carbón:
Girona no tiene mar, eh?. Pero tiene tren, digo tiene fauna marina.
Lo que más me gustaba ver, mientras atravesaba paisajes catalanes camino de Nuria (el Maresme, la Selva...) era ver en cada río o riachuelo pasar bajo los puentes familias de ánades, de ánade real.
Qué envidia, cómo me gustaría que aquí, en mi Esteiro (=estuario), aunque sólo fuese una familia de esa bonita especie alegrasen aún más las aguas y sus riveiras, acompañando gaviotas, garzas y garcetas, correlimos y mazaricos... Eso iba pensando yo ayer mientras pasaba la puente esteirana mirando sus aguas, en marea alta, conla ilusión de ver aunque fuese sólo un hermoso azulón... y ¡zás! se hizo el milagro, os juro que bajo mi mirada atenta, tranquilamente desfilaba, con su magnífica solemnidad innata, una preciosa pareja de ánades realez, macho y hembra!!
¡Y yo sin cámara para testimonar el milagroso momento, sin un mísero móvil para luego mostrar aquí la imagen!!
Pero volveré cada día, si los vendavales me dejan, hasta conseguir las fotos. Prometido.
Lo importante es que están aquí, que aquí están. Es el regalo de aniversario que “la madre naturaleza” me ha hecho este año. ¡qué contento estoy!!
También en los ríos catalanes había, os lo juro, garzas reales y garcetas blancas.
Como iba en bus, no las pude fotografiar, pero sí a las garzas de piedra del monasterio de Ripoll.
Y LAS GAVIOTAS, QUE TAN ESQUIVAS SON EN GALICIA, VIENEN A COMER A LA MANO EN BARCELONA, PARA ROBARLES EL PAN A LAS PALOMAS, COMO ESTA CABECINEGRA