Así que estoy empezando por la “Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España” de Bernal Díaz del Castillo. Lo
que me está resultando muy curioso, aunque esto ya era algo sabido, pero no lo
había leído directamente de un autor, que estuvo presente allí en un tiempo tan
reciente como 1519, fueron los matrimonios que se iban celebrando entre los
españoles y las nativas, por lo general hijas de los caçiques (palabra local, que significaba jefe)
que utilizaban estos procedimientos con el fin de que ambos mundos quedaran
emparentados y tuvieran descendencia para que los españoles les protegieran de
otros pueblos más potentes que los suyos, que los sometían, torturaban,
secuestraban y asesinaban. Particularmente, en la zona de la Nueva España, se
trataba de defenderse de los mexicanos de Moctezuma (o Montezuma).
En el libro de Bernal Díaz del
Castillo se narra no solo la presencia de los españoles allí, sino las
rivalidades que se establecían entre las distintas tribus y las confederaciones
que establecían para defenderse de Moctezuma.
También me llama la atención lo
mal que hemos vendido nuestras gestas para la posteridad: cuando descubrimos el
gran cañón del colorado lo llamábamos “un barranco”, quienes se toparon con las
cataratas de Iguazú (muchísimo más grandes que las del Niágara) hablaban de un
“salto de agua”, y en este plan. Otra idea que se va repitiendo en todas
estas obras de los cronistas de Indias es el HAMBRE que pasaron sobre todo
durante los primeros 30-40 años tras la llegada de Colón. Quizá por esta
razón agilizaron la introducción de nuestros sistemas agrícolas y de
aprovechamiento del agua, heredados de los árabes, y el ganado (ovejas, vacas,
cerdos, caballos…..) que fueron rápidamente asimilados por los nativos.
JuaCarlos desde la metrópoli
512 d.D.
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