Conmoción: después de ganar las primeras cinco Copas de Europa, el Madrid ha sido eliminado. Fue en octavos de final, ante el Barça...
La foto del segundo gol del Barça está en las portadas de muchos de los periódicos del mundo y en las páginas interiores de todos. Vicente, portero catalán del Madrid, vuela en la imagen de derecha a izquierda; Evaristo, delantero brasileño del Barça, vuela de izquierda a derecha. En medio está el balón, blanco, luminoso, al que ha llegado Evaristo antes que Vicente, y lo ha cabeceado. toma el camino inexorable de la red. Es la imagen del fin del dominio del Madrid, un final muy polémico.
...(al día siguiente) L´Equipe publica en un artículo: “La TV lo ha demostrado: el partido Barcelona-Madrid ha sido falseado por el arbitraje”. Ya en el de ida, en el Bernabéu, míster Ellis había dejado muy descontentos a los madridistas, por un penalti señalado a favor del Barça por falta de Vicente a Kocsis fuera del área. Kocsis, además, había arrancado en fuera de juego, señalado por el linier. Pero en el partido de vuelta, el día 22, al Madrid se le anulan cuatro goles. Uno de ellos, de Pachín, correctamente, por fuera de juego. Los otros tres están mal anulados, según se muestra luego en las repeticiones de televisión,y según puede verse durante algunos días en el nodo, hasta que el reportaje es mutilado de sus jugadas polémicas, somo solía hacerse entonces en casos similares para evitar polémicas en los cines. El árbitro había sido míster Leafe, inglés como el de la ida.
El Madrid se siente despojado. En cinco años ha sido capaz de imponerse a todos sus rivales, hasta en veinte veces consecutivas,entre eliminatorias y finales... El Barça era un rival formidable, pero la eliminación ha sido condicionada por los arbitrajes, según la prensa internacional. La interpretación que se hace más al uso exculpa al Barça. Se busca la explicación en un posible hartazgo de la UEFA ante las reiteradas victorias del Madrid, que estaba monopolizando la competición, lo que no se consideró bueno. Míster Ellis y míster Leafe eran dos árbitros reputadísimos en la época, de esos que gozan de la máxima confianza de la organización y saben en qué dirección equivocarse.
Poco después el Madrid se cobraría su revancha en el campeonato de liga español, al batir 3-5 al Barça en el mismo escenario. Por su parte, el Barça seguiría adelante en la competición hasta la final, que disputó en Berna frente al Benfica, ante el que perdió 3-2, en tarde de increíble mala suerte en la que estrelló cuatro balones en los postes y en la que su meta Ramallets estuvo desafortunadísimo.
Del libro de Alfredo Relaño de la entrada anterior
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