Estoy tan mallado después de esta caminata para ver este anochecer, que las vértebras protestan cuando me siento en la silla. Normalmente no le consiento caprichos: si quiere levantarse, me siento, si quiere sentarse, me acuesto, pero alguna vez hay que cumplirle un capricho, así que voy a dejarlo descansar en cama, que hoy se lo ha ganado, QUE SE HA PORTADO MUY BIEN, DESDE EL AMANECER AL ANOCHECER.
Mañana, lagarto, lagarto. Y esperando tengo un HIMNÉPTERO (4 alas tienen) y un UNICORNIO (real como la vida misma)
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