Tengo yo un GPS, abuelito de los actuales, instalado en el coche QUE ME AVISA CON PITIDOS INSISTENTES capaces de espabilar al más despistado, si paso una señal de tráfico de límite de velocidad superando dicho límite: MI GPS HABRÍA SALVADO AL TREN MALDITO DE SANTIAGO.
Alberto Vázquez Figueroa tuvo una idea mucho más elaborada, que habría salvado éste y otros accidentes ferroviarios.
Copio la última entrada de su blog:
BLOGOFICIAL DE ALBERTO VAZQUEZ FIGUEROA, escritor e inventor
Hace tres
años le envié al Ministerio de Fomento y a Renfe un sistema de prevención de
accidentes que había registrado y me contestaron que los trenes españoles eran
los mas seguros del mundo. Ahora vemos que no es así.
No pretendo
beneficiarme de tanto dolor, pero si alguien puede hacer que esta idea circule
y se puedan evitar nuevas catástrofes muchos lo agradecerían en el futuro.
Expediente
nº12/RTPI-004499/2010
COMO PREVENIR
ACCIDENTES DE TREN
La primera
locomotora a vapor avanzaba a una velocidad máxima de ocho kilómetros por hora;
las actuales superan los trescientos.
Mucho ha
mejorado el transporte por ferrocarril en poco menos de doscientos años pero
por desgracia existe un punto en el que no lo ha hecho en idéntica proporción:
la prevención de accidentes.
En los
últimos tiempos se han producido varios accidentes con un doloroso y
considerable número de víctimas a lo que hay que sumar un alto costo económico.
Casi todos
se debieron a que un obstáculo colapsó la vía o a un corrimiento de tierra
causado por las lluvias y en ningún caso los maquinistas tuvieron
posibilidad de evitar la colisión ya que su velocidad era excesiva en relación
al tiempo de reacción y el espacio necesarios para conseguir que el
convoy se detuviera.
No debería
considerarse “fallo humano” al tan directamente relacionado con la
carencia de “espacio-tiempo” a la hora de detenerse porque no se le pueden
exigir los mismos reflejos a un maquinista que conduce un tren a trescientos
kilómetros por hora, que los que se le exigían a quienes los conducían a cien
El ser
humano y su capacidad de visión siguen siendo por desgracia las mismas ya que
el hombre no ha mejorado sus condiciones físicas al ritmo que las maquinas.
Ni frena en
el mismo espacio un tren a trescientos kilómetros por hora que lo que frenaba a
cien.
Con objeto de obtener la necesaria ampliación de ese
“espacio-tiempo” de reacción, he diseñado lo que he dado en llamar “Explorador de Alta Velocidad”.
Esencialmente
su funcionamiento es el de una locomotora de similares características que la
del tren al que precederá, pero de mucho menor tamaño.
No está
tripulado puesto que en realidad se trata de una “lanzadera-robot” que
hace las veces de “pez-piloto” ya que, por medio de cámaras de televisión y
dispositivos de alarma mantiene al corriente en todo momento al
maquinista sobre el estado de la vía.
La distancia que separa al tren del “Explorador” se encuentra determinada por la
velocidad de la marcha así como por el espacio que necesitará el convoy a la
hora de detenerse con suavidad sin llegar a colisionar con el obstáculo.
Los programas de ordenador de que disponen tanto la
locomotora como el“Explorador”, y
que funcionan conectados entre sí, determinan en todo momento qué velocidad, y
por lo tanto qué
distancia, deben separarlos con el fin de evitar cualquier riesgo
de alcance y garantizar una frenada sin sobresaltos
El sistema se encuentra automatizado y conectado con el
“Control Central de la Red Ferroviaria”, pese a lo cual el maquinista siempre
está en capacidad de ordenar al “Explorador” como debe actuar ante la proximidad de
un cambio de agujas, una estación intermedia o una detención no programada.
También va provisto de un rastreador
capaz de detectar la más mínima alteración en su recorrido a base cotejarlo metro a metro con la
información que previamente ha almacenado en su sistema informático. Esa
memoria visual de altísima precisión constituye el alma de su funcionamiento ya
que en cuanto detecta la más ligera diferencia entre lo que “Ya ha visto” y lo
que “ve” alerta del peligro, especialmente en aquellos lugares en los que cabe
la posibilidad de un atentado terrorista
De igual
modo cuenta con un inhibidor de señales de radio que evita un atentado desde
larga distancia durante el tiempo que tarda en pasar el tren.
Al avanzar ambos a idéntica velocidad su capacidad de
frenada será tanto mayor cuanto menor sea su masa en relación a la del tren ( fi=ma ) , y por el hecho de no ir
tripulado y todos sus elementos están sujetos no sufre en exceso los efecto de
la inercia.
En caso de
emergencia suelta un gran paracaídas muy visible que le ayuda a detenerse con
mayor facilidad.
Cuando el tren esta a punto de entrar en la estación final
de trayecto, el“Explorador” se
desvía hacia un estacionamiento en el que aguarda hasta el momento en que debe
salir para ponerse al frente de un nuevo tren.
Debe ir
pintado de colores llamativos y emitir un agudo pitido de alarma hacia el
frente de tal manera que no moleste a los viajeros pero sirva para anunciar su
llegada seguida de la de la totalidad del tren, lo cual evita de igual modo
gran numero de accidentes en los pasos a nivel sin barreras y en las estaciones
en las que los pasajeros cometen la imprudencia de atravesar las vías.
Su coste
puede cifrarse en torno a los 25.000 €, lo que resulta muy bajo en relación con
sus prestaciones, y debería estar subvencionado por las compañías aseguradoras
que son las mayores beneficiarias de sus servicios dado que les ahorrará
enormes sumas en el pago de indemnizaciones.
© ALBERTO
VAZQUEZ-FIGUEROA
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