sábado, 11 de junio de 2011

LETANÍAS


LETANÍA DE NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE
Rubén Darío


Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...

¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplau
sos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!

¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para
quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, tenien
do, a Orfeo, tienes a orfeón!

Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de t
u Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los ver
sos de estas letanías,
hechas
con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.

¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas
, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridicu
lizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!

¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los
sublimes ramos
de laurel!
Pro nobis ora , gran señor.
(Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Ha
mlet te ofrece una flor)

Ruega generoso, piados
o, orgulloso,
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos interc
ede, suplica por nos,
pues casi ya
estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin
vida, sin luz, sin Quijote,
sin pies y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos,
de los superhombres de N
ietzsche, de cantos
áfonos, receta
s que firma un doctor,
de las epid
emias de horribles blasfemias
de las Aca
demias,
líbranos, señor.

De rudos malsines,
falsos paladines,

y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallo
cracia
con burlar
la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, señor!

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste
todos los caminos,
con el paso
augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las

conciencias
y contr

a las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra l
a verdad...

Ora por no
sotros, señor de los tristes,
que de fue

rza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
¡qué nadie ha
podido vencer todavía,
por la adarga al
brazo, toda fantasía,

y la lanza en ristre, toda corazón!

[Madrid, abril de 1905]


Las fotos (excepto la de la Dama) pertenecen a la exposición "IMÁGENES DE UN SIGLO DE ESPAÑA"





1 comentario:

  1. No recordaba yo esos versos que acompañados de las fotos adquieren otra dimensión que R. Dario no podía imaginar.

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