lunes, 21 de marzo de 2011

Y QUE YO ME LA LLEVÉ AL RÍO...

Hoy me pedía el cuerpo poesía. Y me pedía poesía amorosa, mire usté qué cosas. Y me volví en mis adentros el gitano aquél que se llevó a su gitana al río... sin saber que era casada, deso se enteró después (¡Menos mal!. Me recuerda el chiste de los jueces que se cruzan en la puerta de un hotel cada uno con la legítima del otro: Creo, dijo uno, que lo más sensato es que cada uno se vaya a casa con su mujer. Sin duda, respondió el otro, sería lo más sensato, pero no es lo más justo, porque usted está saliendo y yo iba a entras al hotel")

Y entonces vengo a bloguear y empiezo por acercarme A LA VORA DE LA MAR, y me entero, qué vergüenza no saberlo, que hoy es el Día Mundial de la Poesia (¿a quién hay que comprarle el regalo?). Así que me viene al pelo, con perdón, que así se dice.

La Poesía merece, no digáis que no, estar en cualquier selección que se haga de las diez mejores poesías de todos los tiempos en cualquier idioma (ya sé que no me las he leido todas, ¿y qué?)

No he encontrado video en que la canten o reciten como se debe, así que lo mejor es grabarse la foto en la mente, si no se tiene ya grabada otra imagen mejor de más erótico río, que todos lo son, y recitarsela cada uno, que nadie lo hace mejor.

p.d.: Yo más de un día también me la llevé al río....¡pero no me la pude ...rar!!!

Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

Federico García LORCA

3 comentarios:

  1. Era yo muy pequeño cuando escuché a mi padre comentar con otro maestro del pueblo acerca de estos versos. Me hice el loco y en el primer momento que mis padres no estaban en casa me leí "El romancero gitano" buscando esos versos. Yo no sabía nada de poesía, sólo me interesaba el erotismo que expresaban esos versos. Un recuerdo imborrable.

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  2. Pues si, todo el mundo con el dia de la pesía y tengo que venir a blogear para enterarme.
    No soy muy de versos soy mas de prosa, tengo que reconocer que nadie como los poetas para decir las cosas...
    Saludos

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