Su elemento más representativo es probablemente la torre, que data de finales del siglo XVII. Hoy en día se puede ascender por esta torre para observar gran parte de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna.
Las campanas se llaman como su "creador", así que ésta se llama "Geraldina"
Esta campana rota
quiere sin embargo cantar:
el metal ahora es verde,
color de selva tiene la campana,
color de agua de estanques en el bosque,
color del día en las hojas.
El bronce roto y verde,
la campana de bruces
y dormida
fue enredada por las enredaderas,
y del color oro duro del bronce
pasó a color de rana:
fueron las manos del agua,
la humedad de la costa,
que dio verdura al metal,
ternura a la campana.
Esta campana rota
arrastrada en el brusco matorral
de mi jardín salvaje,
campana verde, herida,
hunde sus cicatrices en la hierba:
no llama a nadie más, no se congrega
junto a su copa verde
más que una mariposa que palpita
sobre el metal caído y vuela huyendo
con alas amarillas.
(Así que ya lo sabes, amigo:¡Cuando la campana toque, no la toques! )
Bonita entrada. En Cantabria existe una gran tradición campanera, incluso hay un museo dedicado a las campanas.
ResponderEliminarUn saludo.
http://www.meruelo.es/museocampana.htm