lunes, 5 de abril de 2010

GRISES PARA FLORES

Amigo Flores. tu alusión a tus/nuestras carreras con los grises detrás (por mi parte, con más miedo que revolución) me ha traído a la memoria una adaptación-plagio del ROMANCE A LA GUARDIA CIVIL ESPAÑOLA, de LORCA, que se me ocurrio uno de esos días, a modo de homenaje a Lorca, escarnio de los patéticos grises aquéllos y divertimento propio. Espero no ser demandado por la sgae por esta nostálgica broma. Va por tí, por aquéllos días (qué cutre país, qué gran país si hubiese buen señor!).

ROMANCE DE LA POLICÍA ARMADA ESPAÑOLA

Los caballos grises son,

las herraduras son grises,

sobre los cascos relucen

manchas de añil y de mierda

Tienen, por eso no lloran,

de plomo las calaveras.

Con el alma también gris

galopan por las aceras.

Jorobados, taciturnos,

por donde pasan ordenan

silencios de goma oscura

y miedos de rabia fiera.

Pasan, si quieren pasar,

y llevan en las caderas

una clara astronomía

de pistolas muy concretas.


¡Oh Universidad española!

En las esquinas banderas,

las lunas y calabazas

para el final en conserva

¿quién tie vió y no te recuerda?

Universidad ya cárcel

con las ventanas con rejas.


Cuando llegaban las doce,

las doce, que doce, doce,

los estudiantes en masa

dispónense al desaloje.

Los caballos mal nacidos

guardaban todas las puertas.

Los gallos rojos cantaban

por la Facultad de Ciencias.

El viento vuelve desnudo

la esquina de la sorpresa.

A las doce en punto, doce,

doce, que las doce eran.


Miguel Hernández y Lorca

perdieron sus libertades

y van con los estudiantes

para ver si las encuentran.


¡LIBERTAAD!


Hernández viene vestido

con el traje hecho girones

por los golpes y castigos

de este grupo de cabrones.

Y Lorga agita los brazos

en su capa ensangrentada.

Detrás va Joaquín Dicenta

con tres obreros del campo.

Los campos y los rastrojos

quedan con su espantapájaros.

Por los pasillos sollozan

minifaldas sin caderas.

Agua azul, azul el agua

por la Facultad de Ciencias.


¡LIBERTAD!


¡Oh Universidad española,

por las esquinas banderas.

Apaga tus rojas luces

que se galopa en la acera.

¡Oh Universidad española!

¿Quién te vió y no te recuerda?


Dejadla cerca del mar,

con viento para sus velas.


Avanzan de dos en fondo

a la Facultad de Ciencias.

Un rumor de siemprevivas

invade las cartucheras.

Avanzan de dos en fondo

el noble bruto y la bestia.

Se les hace agua la boca

y repican las espuelas.


En la Facultad, por dentro,

se va deprisa a las puertas

y todo un cuartel de gritos

entran a saco por ellas.

Los relojes se pararonçy del bar las cien banquetas

se disfrazan de auxiliares

para no infundir sospechas.

Un vuelo de gritos largos

se levantó tras las mesas:


¡LIBERTAAAD!

Y los grises azuzados

sus galopes aceleran

atropellan sanguinarios

y por doquier aporrean,

por la boca echan espuma,

que tiene color gris mierda.


En el suelo una chabala

gime sentada en la acera,

con la carne amoratada,

manchada su blusa nueva

de un azul frío y mojado

mientras sus amigas corren

perseguidas por las fieras

en un aire donde estallan

rosas de pólvora negra.


Cuando las plazas y calles

se quedan todas desiertas

los grises van a comer

dan las dos en sus orejas.


De la Facultad de Ciencias

los grises al fin se alejan

pero volverán mañana

y en su bar no habrá banquetas.


¡Oh Universidad española!

¿Quién te vió y no te recuerda?

Que te busquen frente a frente

juego de guitarra y fuerza.


¡LIBERTAAAD!



2 comentarios:

  1. Mas o menos como ahora en las universidades y en la vida social, en general, donde estamos totalmente aborregados y da igual lo que nos digan puesto que cuela todo.
    Saludos

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  2. Un honor, Amado!!!!!

    Sí, presiento que caeré rendido a los encantos de París. Seguiré tu consejo y en cuento me sea posible será mi próximo destino. En cuento a que mi blog necesita París, creo que eso es más fácil de arreglar, ya verás.

    Un abrazo y decirte que he disfrutado mucho ese Romance De La Policía Armada Española!!!

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