domingo, 7 de febrero de 2010

MARIPOSAS Y ABEJAS...¡EN pleno INVIERNO!

Sí, señores, aquí las tenemos. La mariposa es la Vanessa atalanta y no es nada raro verla volar en los días soleados del invierno. Incluso, en los MOMENTOS soleados, como el de hoy: una horita no más, a mediodía.

Resulta que tiene varios nombres comunes (Vanesa, Red admiral (o sea, Almirante rojo, en Inglaterra), Vulcana, Mariposa de la reina), de los que me quedo con el científico para no liarnos.


Es una de la últimas mariposas que ven en el Norte de Europa antes del invierno, porque, aunque algunas hibernan, muchas bajan aquí al Sur, donde se reproducirán en primavera y su descendencia tal vez vuelva al Norte o tal vez quede y origine otra generación en otoño que podrá hibernar aquí. Un lío, vamos. Dependerá de lo a gusto que se encuentren con el tiempo.


Aquí la vemos libando las flores del “trébol ácido” (nombre que confunde, porque no tiene nada que ver con los auténticos tréboles) (Oxicalis cinerea), que para mayor contraste, es una pequeña pero muy invasora flor originaria del otro extremo del planeta: de Sudáfrica (de donde llegó a finales del s.XVIII) y cuyos tallos florales nos gusta “chuchar” a los rapaces, por eso lo de ácida o su otro nombre de Vinagrillo o el de pasto agrio o agrillo. Pero no chuchéis mucho, porque el ácido oxálico culpable de la agriadura es tóxico y puede originar cálculos renales.


Otra curiosidad de nuestra Vanesa es que cambia su técnica de camuflaje según donde se pose: Si se encuentra en una zona de tierra árida se posa en el suelo plegando sus alas, de forma que aparezca el reverso, de colores ceniza y ocres simulando el suelo. Si se encuentra en un hábitat de flores y vegetación se posará abriendo sus alas y mostrando el plano superior, de colores rojos, marrones y blancos.


Para terminar, otro dato: su oruga come ortigas.


Acompañando a la bonita VOLVORETA (=mariposa en gallego, palabra hermosa donde las haya.También, es cierto, lo era “mariposa” antes de recibir acepciones espúrias que usurpan su hermosura) se veían varios melíferos himenópteros también recién calentitos (abejas, sí, sí). Os desafío a que les contéis las alas, a ver cuántas les vemos: ¿dos, cuatro, seis? ¿es lo que esperábais? Se admiten comentarios jocosos si no son crueles. Mañana pongo la solución correcta.


(Dedicado a mi amigo Carlos, gozoso adorador de la Diosa Geli)









4 comentarios:

  1. Las acepciones espurias que afectan la hermosura de la palabra “mariposa” son las mismas que “mariquita”. Ambos nombres proceden curiosamente de “María”. Mariposa: de Mari, apóc. de María, y posa, 2.ª pers. de sing. del imper. de posar. Mariquita: Del dim. de marica, y este a su vez de María, n. p. de mujer.

    Rastreando en el DRAE (valiosísima la dirección disponible en Internet http://ntlle.rae.es/ntlle/SrvltGUILoginNtlle) me encuentro con lo siguiente para MARIPOSA: la edición de 1970 solo habla del bicho. En 1989 se introducen las acepciones de: prostutita, afeminado, homosexual, procedentes de Chile y Méjico. Ya en 1992 se incorporan plenamente estas acepciones, aunque resultaría ocioso mencionar que en el habla popular estaban en uso desde tiempo inmemorial. Paradójicamente, en la misma edición, aparece MARIPOSON como “hombre inconstante en amores, o que galantea con diversas mujeres”.

    MARIQUITA tiene más tradición en nuestros diccionarios encontrándose en la edición de 1956, y seguramente también en las anteriores, pero expiró mi sesión en rae.es y tuve que terminar mi búsqueda.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Yo tengo en mi casa algún tomillo y algún romero en flor, cosa impensable en un año con los frios normales por esta época.
    Por cierto por aquí de abejas sabemos un rato, a 20 km de donde vivo tenemos un centro de estudio de las abejas, es donde han encontrado solución al sindrome de colmena vacía.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Me interesa muchísimo lo que dices, que por ahì han encontradola solución a la epidemia de las colmenas,algo había leído, pero si mepuedes decir si hay algún "sitio" en internet donde informen bien de esto te lo agradecería mucho, que me gusta estar bien informado. Por cierto, una curiosidad: mi padre cultivaba colmenas Y NO LE PICABAN, hasta retiraba la miel sin protección. Creo que he heredado ese carácter, porque ando enmedio de enjambres de ellas cuando revolotean por la parra al final de la temporada.

    ResponderEliminar
  4. http://pagina.jccm.es/agricul/paginas/desarrollorural/investigacion/CIMarchamaloCAR.htm
    Ahí te dejo un link, por cierto, a mi padre lo que no le pican son las avispas...

    ResponderEliminar