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miércoles, 22 de junio de 2011

EL PROBLEMA DEL SIGLO XX

Es el famoso Problema Monty Hall. Muchos, los jóvenes, no sabréis de qué va. Otros, los
viejos, no os acordaréis, jeje. Unos y otros, un poco de por favor: No hagáis
trampa, no busquéis enb Google. Intentad resolverlo solitos. Total, el 98% de
los norteamericanos y la inmensa mayoría de los mejores matemáticos USA, se
equivocaron en su día, así que no será demérito equivocarse ahora.

Todos erre que erre, que
era una burra la más lista del mundo
entonces: Marylin Vos Savan, 228 puntos
de coeficiente intelectual, record mundial. Ella explicaba con meridiana
claridad la razón de su acertada respuesta. Pero ni caso. Fórmulas y filigranas
matemáticas para desmentir a la aficionada. Pero ella tenía razón.


La pregunta
estaba basada en un conocido concurso norteamericano llamado Lets Make a Deal(Hagamos
un trato
El programa, presentado siempre por el showman Monty Hall, estuvo
en antena desde 1963 hasta 1991, aunque no de forma ininterrumpida. Durante la
fase final los concursantes tenían ante ellos tres puertas entre las que debían
escoger una. Tras una de las puertas estaba escondido el premio gordo, mientras
que las otras dos estaban vacías. La cuestión enviada a Parade partía
de una situación que se daba cada semana en el concurso:

Imaginemos que estamos en la fase final de Let´s Make a Deal y tenemos
ante nosotros las tres puertas. Monty nos informa de que tras una de ellas se
esconde un impresionante Ferrari (o un apartamento en Torrevieja o lo que sea
que dieran como premio en ese concurso). Por supuesto, tras las otras dos nos
espera el fracaso absoluto. Cuando hemos elegido una de las puertas, da igual
cual, Monty se acerca a una de las otras dos y la abre. Dentro no hay nada.
Ahora quedan dos puertas cerradas. Monty nos hace una oferta: podemos quedarnos
con la puerta que hemos elegido o cambiarla por la otra.

¿Cómo tendríamos más
posibilidades de ganar el Ferrari, cambiando la puerta o manteniendo la que
escogimos al principio? ¿O tal vez da lo mismo cambiar que no cambiar de
puerta?

That’s the question.

A ver esas neuronas, que entren en funcionamiento ya.

En los próximos días, iremos aquí tirando del hilo
de la madeja.

3 comentarios:

  1. Según el calculo de probabilidades y demás tontunas matemáticas tendríamos las mismas posibilidades, da igual cambiar que nó, tendríamos un 33% de la primera elección y un 50 en la segunda independientemente de cual elijamos...

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  2. Esta es ya la... enésima vez que intento el comentario. No sé que pasa que no me deja hacerlo como siempre, en fin.
    Siento discrepar de Flores pero no es como dice él.
    Si el concursante elige una puerta, el presentador abre una de las dos que queda. Si el premio está tras ella se acabó el juego. Si no, el concursante DEBE cambiar de puerta elegida para aumentar las probabilidades existentes de que le toque premio. Puedo poner la fórmula que lo demuestra, así soy de pedantuelo, je, je.
    A la espera de que Amado ponga la solución...
    Salu2

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  3. Esto venía en "El curioso incidente del perro a medianoche". Me gustó esa novela.

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